Para esta semana, os propongo la lectura de este microrrelato de piratas:
De Jacques
Llueve en finísimas flechas aceradas sobre el mar agonizante
de plomo, cuyo enorme pecho apenas alienta. La proa pesada la corta con
dificultad. En el extremo silencio se le escucha rasgarlo.
Jacques, el corsario, está a la proa. Un parche mugriento
cubre el ojo hueco. Inmóvil como una figura de proa sueña la adivinanza trágica
de la lluvia. Oscuros galeones navegando ríos ocres. Joyas cavadas espesamente
de lianas.
Jacques quiere darse vuelta para gritar una orden, pero
siente de pronto que la cubierta se estremece, que la quilla cruje, que el
barco se escora como si encallase. Un monstruo, no, una mano gigantesca alza el
barco chorreando. Jacques, inmóvil, observa los negros vellos gruesos como
cables.
"¿Éste?" "Sí, ese" –dice el niño, y
envuelven al barco y a Jacques en un papel que la fina llovizna de afuera cubre
de manchas húmedas. En agua chorrea en la vidriera, y adentro de la tienda la
penumbra cierra el espacio vacío con su helado silencio.
(Autor: Eliseo Diego)
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