domingo, 1 de noviembre de 2015

   En homenaje a la visita que nos hizo el escritor Eduardo Jordá a nuestro Centro la semana pasada para inaugurar el curso, elijo como poema de esta semana este precioso suyo:

A una sombra

Hacia 1973, ¿te acuerdas?,
te lo habría entregado todo, hasta mis huesos.
Tu pelo de color de paja, tu cuerpo casi transparente,
tu mirada que no era capaz de interrogar,
sino que se entregaba
como quien le regala una fruta a un caminante.
Cómo quise esas cosas, y con qué ira envidié
a quien las tuvo entre sus manos.
¿Quién sabe lo que yo habría hecho
si tan sólo una vez me hubieses dicho que sí?
Y ahora te imagino zurciendo calcetines,
regateando con el frutero, ahorrando
un euro en las rebajas para ropa interior
La vida nos cinvierte en el reverso
de una moneda sin curso legal,
fea, manoseada, sucia, inútil.
No sé nada de ti, ni pretendo averiguarlo.
No serás muy distinta de tu hermana
ni de cualquier otra mujer. Y tal vez añores
aquellos días en que un chico te seguía como un perro.

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