Hubo en Gloria Fuertes una enorme poeta detrás de los versos fáciles y ripios de muchas de sus composiciones. Para muestra, este botón:
Poema encontrado
Duermo en la nieve sin luz de tus sábanas,
-la almohada sigue oliendo a tu pelo-;
nada es igual –si no lo miramos juntos-;
voy a olvidarte y enseguida vuelvo.
Vuelvo enseguida a recordarte tanto,
que mire lo que mire allí te veo.
Rezo tu nombre. Te nombro en el espejo,
rompo mi copa, subo a la montaña
a recitarte versos.
Lloro con causa
sin motivo río
agua de río o mar
de llanto o lago,
agua quiero beber,
pero en tu boca.
-la almohada sigue oliendo a tu pelo-;
nada es igual –si no lo miramos juntos-;
voy a olvidarte y enseguida vuelvo.
Vuelvo enseguida a recordarte tanto,
que mire lo que mire allí te veo.
Rezo tu nombre. Te nombro en el espejo,
rompo mi copa, subo a la montaña
a recitarte versos.
Lloro con causa
sin motivo río
agua de río o mar
de llanto o lago,
agua quiero beber,
pero en tu boca.
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