viernes, 27 de febrero de 2015

   Recordatorio a los alumnos de 2º Bachillerato de las posibles cuestiones que se plantearán en las preguntas 4 y 5 de Selectividad:


sábado, 21 de febrero de 2015

   El sábado ha amanecido lluvioso. Ninguno mejor, entonces, como poema de la semana que éste:

La lluvia

El agua deslíe la conciencia, una a una
empapa las imágenes, se agitan sus reflejos,
tiemblan sólo un instante sobre la herida. Nunca
acabará la lluvia. En la memoria llueve,
vuelvo a ver los charcos de la infancia, una manta
empapada sobre vagas cabezas, y un rostro
muy fugaz de mujer. Siempre estuvo lloviendo,
los pájaros perdidos buscaban entibiarse
en nuestra sangre. Aquella boca de tibia luna
enmudecida y fría, sobre la yerba húmeda...
¿A dónde lleva el agua esas semillas?, ¿en qué mar
desembocan?, ¿en qué madre germinan?, ¿acaso
el alma es tierra y luego, ya en sazón, fructifican
bajo el temblor de la memoria? Tocar el mundo
con nuestras manos ciegas, y luego, en el recuerdo,
otro mundo renace más intenso. Aquella
mano posada sobre el tiempo, aquella frente
con su gesto de arcilla, y este turbio afán
del hombre por alzar su casa derruida
bajo la tempestad, esta inquietud de abrir
en las ondas de todos los regatos la entraña
encendida del musgo. Sí, ¿en qué océano
en qué lecho se vierten las palabras?, ¿qué muelles
refugian a sus barcos? El cielo es agua quieta,
y el polvo, y los vestigios que espejean y abrasan
en su luz la conciencia. Náufragos todos bajo
idéntico aguacero, peregrinos del sueño,
creciendo sobre el pecho del tiempo, sosteniéndonos
sobre la mano incierta de un dios que nos ignora.

(Miguel Florián)

viernes, 20 de febrero de 2015

   Para el análisis sintáctico, os puede venir bien este esquema sobre elementos periféricos de la oración:

domingo, 15 de febrero de 2015

   Apoyemos desde estas páginas el torneo de ajedrez que se va a desarrollar en el Centro. Nada mejor que le dediquemos a este arte-juego un divertido y brevísimo microrrelato:

                                                             Haz el amor y no la guerra

      Un peón blanco y otro negro avanzaron hasta el centro del tablero. Nadie supo qué hacer cuando, una vez allí, comenzaron a besarse.

                                                                         (Luisa Hurtado González)

lunes, 9 de febrero de 2015

   Como la semana pasada estuvimos hablando de Ramón Gómez de la Serna en 2º de Bachillerato, aprovecho la ocasión para incluiros una greguería nueva en esta entrada:

                               "Venecia es el sitio en que navegan los violines"

sábado, 7 de febrero de 2015

   Estamos en la semana que culmina con el Día de los Enamorados. Es obligado, pues, que el poema de esta semana tenga asunto amoroso. Este que os doy a leer es uno de los más hermosos escritos en español por un poeta que los alumnos de 1º de Bachillerato han trabajado en clase recientemente. Disfrutadlo:

Escrito está en mi alma vuestro gesto,
y cuanto yo escribir de vos deseo;
vos sola lo escribisteis, yo lo leo
tan solo, que aun de vos me guardo en esto.

En esto estoy y estaré siempre puesto;
que aunque no cabe en mí cuanto en vos veo,
de tanto bien lo que no entiendo creo,
tomando ya la fe por presupuesto.

Yo no nací sino para quereros;
mi alma os ha cortado a su medida;
por hábito del alma mismo os quiero.

Cuanto tengo confieso yo deberos;
por vos nací, por vos tengo la vida,
por vos he de morir, y por vos muero.

                                                             (Garcilaso de la Vega)

martes, 3 de febrero de 2015

   Este video sobre la literatura del Renacimiento os puede venir bien como complemento de las clases:

domingo, 1 de febrero de 2015

   Esta semana toca microrrelato. Que lo disfrutéis:

                                                                      El duelo
 
          Decidí jugar la última carta: compré una pistola para hacerle frente. De noche, en mi habitación, cara a cara y a pocos pasos el uno del otro, nuestros dedos, con nerviosismo, recorrían las fundas de nuestras armas. Mis gestos eran sus gestos. Su mirada era mi mirada. Entonces, levanté el revólver; le apunté a la frente; jalé del gatillo; pero todo fue en vano, la bala que salió del espejo fue más rápida que la mía.
 
                                                                                     (Marcial Fernández)