Herencia
Antes de ponerse el pendiente frotó el metal que rodeaba el
zafiro con un bastoncito impregnado en líquido para limpiar plata. Cientos de
estratos de tiempo levantaron el vuelo dejando la superficie luminosa y
desnuda. Se acercó, curiosa, y la joya le devolvió el rostro adolescente de su
abuela probándose el pendiente ante un espejo.
(Autora: Paz Montserrat Revillo)
No hay comentarios:
Publicar un comentario