Amor que desazonas lo que tocas
y que al fuego le das color de olvido,
al gozo lo traduces en gemido
y la alegría en aflicción trastocas.
¿Por qué la reciedumbre de las rocas
no traduces en suave y tibio nido,
y del profundo mar enardecido
la furia entre tus brazos no sofocas?
En tus manos se siente el desgraciado
feliz y con riquezas el mendigo:
bien sé que tu poder es alto y fuerte.
Pero también que causas gran cuidado,
porque a quien se decide a andar
contigo
das juntos gozo, llanto, vida y muerte.
(Carmen González Huguet)
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