El poema de la semana tiene como asunto el Tiempo, ese gran Constructor-Destructor (alterándole la cita a Marguerite Yourcenar):
Tango 2
Cómo
decirle al Tiempo que desande los pasos
y nos
vuelva a entregar lo que nunca fue suyo:
el
fulgor de un milagro, la limpia mordedura
de la
dicha en la carne, la piel en plenilunio.
Cómo
decirle al Tiempo que el otoño es mentira
y que
la vida puede valer lo que una noche
de
julio solamente porque tuvo el deseo,
el
ardor excesivo de una piel de sirena.
Cómo
pedirle al Tiempo que nos lleve desnudos
al
fondo de la noche, la mutua encrucijada,
a
desmentir la muerte con la ebriedad concisa
de
saberse elegidos y elegir el fracaso.
Cómo
pedirle al Tiempo que nos deje siquiera
una
memoria blanda que registre los ecos,
los
olores, la risa, la intuición dolorosa
del
temblor que sentimos como un dios pasajero.
(Aurora Luque)
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