domingo, 9 de junio de 2013

   Los microrrelatos... pequeños como hormigas:

La hormiga y la tormenta

Cuando estalla la tormenta, las hormigas corren a refugiarse en sus hormigueros. A algunas hormigas, la repentina carrera les hace sonreír, a otras mascullar insultos, otras simplemente aceptan resignadas el chapuzón y las prisas. Siempre hay una que prefiere quedarse fuera -las otras la llaman desde la entrada del hormiguero, con sus voces chillonas y asustadas- y asistir al baile estremecido de las ramas, los claroscuros dramáticos del cielo y la tierra; al principio le asusta sentirse tan pequeña, pero luego se acostumbra y más tarde la hormiga siente que ante el espectáculo grandioso se diluyen las rencillas, los trasiegos diarios..., y sin esperanzas ni miedo levanta la cabeza hacia las gotas que caen enormes como planetas.

                                               (Autora: Ana Pérez Cañamares)

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