sábado, 7 de octubre de 2017

     Los buenos poetas no tienen por qué ser "originales". Se puede escribir un hermoso poema sobre temas trillados por la tradición. Es lo que hace Karmelo Iribarren en estos versos que nos actualizan el tópico clásico del "carpe diem":

La fórmula

Hay que estar preparados para lo peor
y disfrutar de lo bueno. Esa es
la fórmula. Saber que nada es duradero;
que la palabra siempre es engañosa,
falsa, equívoca; que lo que hoy nos une
eternamente, mañana será polvo, odio quizás,
historia de la mala; que la vida se venga
en la felicidad. Saber que será así,
o podrá serlo. Y vivir como si el tiempo
nos debiese algo, como si fuese nuestro,
exigiéndole al contado lo que nos pertenece.

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