sábado, 2 de abril de 2016

   El poema que os propongo leer esta semana es de un prolífico, magnífico y hoy poco leído poeta: Leopoldo de Luis. Que lo disfrutéis:

Abril pone su claro
milagro en el paisaje,
su adolescente rosa
de luz sobre la tarde.
La flor y la pureza,
el tibio amor del aire:
todo vuelve en las alas
de pájaros fugaces.

Pero ayer yo era otro
por este mismo parque.
De lo que perdí, nada
volverá con las aves.
La cigüeña celeste,
blanca cruz en el aire.

La golondrina negra
llena de claridades,
pájaros que devuelven
pubertad al paisaje.
Pero lo que he perdido
nunca lo traen las aves.

Aquel niño no tiene
hoy su mirada de antes.
El corazón vestirse
de almendros ya no sabe.
 
¡Abril, abril! gritaba.
 
Pero si Octubre abate
con sus manos oscuras
los verdes alminares…
Lo que se pierde, ¿siempre
retorna con las aves?
¿Cómo al rosal la rosa?
¿Cómo la brisa al sauce?

Pájaros imposibles
de anidar en mi sangre.
Oh plumas que no logran
sostenerse en mi aire. 

Pájaros imposibles. 

Lo que he perdido nunca
volverá con las aves.

(Leopoldo de Luis)

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