La literatura también sirve para resguardarnos de las inclemencias del tiempo (de cualquier inclemencia; de cualquier tiempo).

   Feliz Día del Libro, chicos/as:

  Detengamos el tráfago del mundo para leer unos versos: En este caso, los de un poeta leonés: Antonio Colinas, y que hablan sobre la presente estación:

Luces de primavera

A veces se abre el cielo plomizo y cae un rayo

de sol sobre esta tierra húmeda, vaporosa.

Cae un rayo de sol sobre el almendro grácil,

cae una flecha de oro sobre las aguas muertas,

cae una luz purísima sobre el césped oscuro.

A veces se abre el cielo y deja de sonar

la lluvia entre los álamos, en los tejados viejos.

Hay un hálito fresco en las calles vacias.

Un pájaro se atreve a cantar temeroso.

Se rasgan las cortinas cenicientas del cielo

y un rayo puro hiende la atmósfera invernal.

Entonces, en la tierra, en los caminos hondos

de la sangre, rebrota una fiebre, un ardor,

y pensamos gozosos que hay otra primavera

ciñendo nuestros cuerpos con sus brazos de luz.

(Antonio Colinas)

   Os dejo hoy los dos microrrelatos ganadores del mes de marzo del concurso que organiza el Departamento de Lengua del IES Albero.

    El primero es el ganador de entre los presentados por alumnos/as de 1º, 2º y 3º de ESO:

¡WOW!

      Abrí la puerta y allí estaba él, tan puntual como siempre, o ¿era yo la puntual? Su sonrisa me daba la bienvenida. Yo llegaba de trabajar, tan cansada como si acabara de montar piedra a piedra la mismísima pirámide de Keops. En ese momento lo que me apetecía  era comer algo y dormir un rato, para luego salir (era viernes).

     Cuando me desperté, me arreglé. Ya estaba dispuesta para salir, pero, él me lo impidió.

       - ¿Qué te pasa?- le pregunté.

       - ¡Wow! – exclamó él.

       Le respondí con un cordial gracias.

      - Guau - me volvió a repetir.

      Enseguida me di cuenta de que lo que le ocurría es que tenía hambre.

                                  (ELENA BERNAL GONZÁLEZ - 1º B ESO)

      El segundo es el ganador de los alumnos mayores (4º de ESO y 1º y 2º de Bachillerato):

Abrí la puerta, y la cerré tras de mí con rapidez. La luz que entraba por la ventana parecía irreal, con un carácter fantasmagórico, y dibujaba en la penumbra la silueta de un cuerpo tendido en la cama. Me dirigí al escritorio sin hacer ruido, y lo despejé de papeles y carpetas, hasta encontrar bajo ellos mi máquina de escribir. Me senté, coloqué papel nuevo y esperé la llegada de la inspiración. Que no llegó. Frustrado, dirigí mi mirada hacia la cama donde ella se encontraba tumbada, mirándome. Creí que ella sería por fin mi musa para escribir. Encendiendo un cigarrillo, con rostro interrogante, me pegunté: ¨¿Y qué hago yo ahora con el cadáver?¨

                   (CARLOS HORNILLO DÍAZ   -  2º BACH. C)