Devorar libros puede llegar a ser peligroso:
Amor a la literatura
Desde
pequeño siempre había tenido esa obsesión por los libros, una obsesión a la que
sus padres contribuyeron de un modo decisivo, mostrándole los beneficios que la
literatura le podía proporcionar. Devoraba cualquier volumen que cayera en sus
dominios, sin importar tema o autor: Geografía, Historia, Ciencias, Poesía…todo
lo asimilaba de una manera compulsiva, y entraba, sin remisión, a formar parte
de su ser. Buscaba por las estanterías de la amplia biblioteca los ejemplares
más voluminosos, con los cuales se entretenía por un periodo de tiempo
relativamente largo, y cuando los terminaba, volvía, ansioso, a por otro.
Desgraciadamente, la adquisición de un nuevo spray antipolillas acabó cierto
día con su ilustrada vida, cuando aún no había acabado de engullir
completamente, una interesante descripción del motor de combustión en la
Enciclopedia Británica.
(Autor: Luis Hervás Rodrigo)